Creo que el mejor momento de la vida [no diré "día", porque no todos los días se pasa por esta situación] es cuando se está en una especie de "letargo emocional", es complejo de explicar pero más de alguna vez lo hemos sentido todos. Mi punto es que, en el espacio de esos segundos [ o minutos, etc.], se pueden oír desgracias, tragedias, catástrofes, accidentes, desastres, en fin, desdicha ajena, y no se siente la más mínima empatía, ni un rastro de compasión, piedad. Nada. Es cruel, quizá demasiado pero... Me gusta. Así es, hace algunos días descubrí [más bien confirmé] que soy cruel y, es un aspecto de mi personalidad que diría abiertamente, me agrada. Me gusta ser cruel. Cuando estoy en mi estado "no-personal", es magnífico... Poder decir un "qué pena" desprovisto de emoción alguna, ante alguna desgracia que afecte a muchísima gente, es...
Cruel.
lunes, 20 de septiembre de 2010
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