Se levantó, un día no haría la diferencia en su rutina diaria, aunque ese presentimiento fuera más persistente a medida que las manillas del reloj avanzaban. Después de vestida y arreglada, se encaminó a la intemperie. Afuera, la Luna sonreía "Vaya! Eso sí es una sorpresa, una agradable sorpresa... ¿Qué le habrá sucedido...?" Se preguntó, al no obtener respuesta de ninguna parte, siguió su camino...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario